jueves, 8 de agosto de 2019

La última será la veencida, última últimaSE IMPRIME

Preparando los pañuelos, llega el último más último de los últimos:
 
Porque en la cháchara hay construcción colectiva
Tiempo estimado de lectura: este asunto está ahora, y para siempre, en tus manos, nenx

Para seguir, y finalizar, con el tema de veedores y Concursos Docentes, ahora los invitamos a empilcharse y preparar nuestras armas, porque la educación pública no se vende, nos defendemos.
Pero antes, les recordamos que si tienen más del 70% de las materias aprobadas pueden ser veedores contactándose por acá.

¿Qué balance hacemos?
Ya habiendo considerado varias de las aristas que se ponen en juego en los concursos, y sabiendo que hay más que seguramente se nos escapan, podemos sacar varias conclusiones.

En líneas generales el balance es muy positivo.
Durante las sustanciaciones, cada grupo de jurados tuvo distintas actitudes. La gran mayoría nos dieron espacio: recordemos que les veedores, según el reglamento, no pueden intervenir en la prueba de oposición, en la entrevista personal ni en la deliberación del jurado. Sin embargo, el jurado  casi siempre dispuso una pausa entre la prueba de oposición y la entrevista personal para tener una charla con elles a solas y darle espacio a nuestra opinión y nuestras dudas, que luego fueron transmitidas a les aspirantes, y también nos permitieron participar de la deliberación para finalizar el dictamen, a veces con más peso y otras con menos.

Así, quienes fueron veedores dedicaron su tiempo para informarse, asistir al concurso, participar, realizar el informe correspondiente y compartir las experiencias. Aportaron transparencia a algo tan importante para la institución; aprendieron sobre su funcionamiento y la construcción docente dentro de la Universidad y, lo que creemos más importante, pusieron el cuerpo para participar dándole valor a nuestro lugar como estudiantes de una institución pública. Creemos que el rol de veedor es una forma más de participación; un espacio desde el que podemos defender y construir en conjunto algo superador. Queremos agradecerles a elles por el compromiso.

Además, la apertura hacia la participación de les estudiantes es buena de parte de la Institución, sin menospreciar el rol y con disposición para ayudar… siempre y cuando no busquemos abarcar más de lo que nos permiten. Y es que, a pesar de lo positivo de la experiencia, consideramos que podemos y debemos aspirar a más...

Pensando en grande
Como punto de partida, para el rol actual del veedor consideramos indispensable contar con copias de los documentos presentados por los aspirantes (ver Dato 3 acá, abajo de todo), teniendo en cuenta que es parte de la evaluación y debemos considerarlo a la hora de analizar la transparencia de la sustanciación.
Pero la apuesta puede ser mayor. No podemos evitar pensar que tenemos mucho más para ofrecer que sólo el rol de garante institucional, que igualmente no es menor.
Entendemos que en los Concursos Docentes se pone en juego el laburo de las personas y que, por lo tanto, todo debe tratarse con suma delicadeza y sensibilidad. Pero también creemos que nuestra experiencia en lo que respecta a lo académico, a lo general de la carrera y al funcionamiento concreto dentro de las aulas nos permitiría aportar mucho más que el margen estrecho actual. Si tenemos en cuenta que para ser veedores es necesario haber cursado el 70% de la carrera, y para ser Ayudante de 2da en una materia el 75%, es claro que llevamos en nuestras espaldas una experiencia y unos saberes que se deberían aprovechar.

Sin embargo, esta postura no la podemos imponer. Como dijimos, un concurso docente es una situación que amerita delicadeza y sensibilidad, y el avance de las facultades del veedor sólo puede darse si se construye en conjunto con les docentes pensando en posibilidades colectivas y superadoras.

¿Cómo sigue?
Todavía quedan algunos concursos por realizarse. Concretamente, de los 32 concursos para Visuales aprobados en Consejo en el 2015 faltan realizarse 3: Comunicación y Medios, Historia del Teatro y Análisis de texto, y Fundamentos Teóricos de la Producción Artística.
Al haber pasado tanto tiempo, quienes se habían inscripto en su momento para ser veedores ya no tienen la misma disponibilidad y varies se graduaron, así que creemos importante que exista una ampliación y renovación de la lista, que debe ser aprobada en Consejo Departamental.

Por eso aprovechamos la mención que se hizo en aquel Consejo Departamental no sólo para poner el tema en discusión sino para poder traspasar la tarea que llevamos adelante desde hace tanto tiempo.
A pesar de haber dejado de participar como agrupación de la política institucional de Visuales, sostuvimos la organización de veedores porque lo consideramos una responsabilidad y una gran oportunidad. Y, por lo mismo, creemos necesaria una renovación en la organización. Muches de nosotres ya no cursamos y nos vamos alejando del mundo estudiantil, y es necesario que existan otras agrupaciones y otres estudiantes que se interesen por este tema tan importante y transversal de la Universidad.
Lamentablemente tuvimos una mala experiencia con El Vendaval, puesto que dejaron sin veedores los dos únicos concursos de los que se hicieron cargo y por eso tuvimos que retomar nosotres la tarea. Pero, después de unos meses, logramos coordinar con les compañeres de Caleidoscopio Así que, si querés participar como veedor o veedora de los Concursos que quedan y tenés el 70% de una carrera de Visuales, ¡aprovechá! Contactate con el CEAVI (link), que ya están organizando.
Los concursos, lamentablemente, no se dan todos los días y son una experiencia hermosa, exigente, nutritiva, que nos sirve como parte de una comunidad y también como crecimiento personal. Pero, por sobre todo, construye universidad. Y eso es fundamental.

Por eso, pensando también en el bajísimo nivel de participación en las elecciones de los últimos años, donde no sólo hubo pocos votos sino también pocas opciones para elegir, invitamos a todo el mundo, especialmente a las agrupaciones, a repensar qué rol cumplimos como estudiantes dentro de la universidad y en qué lugar de la construcción colectiva con los otros claustros nos queremos inscribir.

¿Y ahora qué hacemonnn?
Lo mismo que hacemos todas las noches, Pinky. Tratar de conquistar al mundo.
En un contexto de ajuste y demonización a la educación pública, es absolutamente necesario nuestro compromiso.
Cursamos más de 45 materias (y antes eran más de 60, jijiji); estamos acá más de 2900 horas; convivimos con más de 1.227.512 personas; gastamos aproximadamente 24 litros de saliva en insultar al Guaraní en épocas de inscripciones (las cifras pueden NO estar chequeadas); nos construimos como productores visuales, como restauradores, escenógrafes, artistas, investigadores, docentes; como seres políticos y pensantes. Como personas.
Es menester, entonces, evaluarnos en nuestro rol, en nuestro contexto y asumirnos.

Hablábamos de concursos, sí, pero hablábamos de más cosas. Hablábamos de mirar más ampliamente nuestra Visuales. Hablábamos de pensar con madurez dónde estamos parados y con quiénes.
Hablábamos de nosotres. Hablábamos de ustedes. De las aulas donde cursamos, de los pasillos que transitamos, de la gente con la que construimos.
Cuando hablábamos de ser veedores, hablábamos de compromiso y de construcción colectiva.

De nuestra parte, y permitiéndonos un poco de autorreferencialidad, con esto estamos dando por cerrada la última obligación institucional que nos quedaba como agrupación.
Un saludo a todes les que nos conocen, la radio está re buena.
No’vemo’ en la ducha.

domingo, 28 de julio de 2019

La última será la veencida, parte 2

Siguiendo ATR después de un tiempito, un nuevo:
 
La información que se duerme es cartera
Tiempo estimado de lectura: hasta que aprendamos a usar los términos centennials

Continuando con lo que les comentábamos en la publicación anterior, y aprovechando para otra vez convocarles a ser veedores si tienen más del 70% de las materias aprobadas contactándose por acá, hoy nos ponemos reflexivos… ponele. Así que agarrá tu chocolatada, tus bizcochitos y acompañanos en este camino introspectivo:

¿En qué marco se dan los concursos?
Hacía años que en Visuales no se realizaba ninguno. Vale entonces abrir las ventanas, airear un poco y echar una mirada al contexto y a las implicancias de los Concursos Docentes.

Desde la creación de la UNA, y como consecuencia de la poca cantidad de concursados desde ese momento a esta parte, los docentes que llegaron a ocupar cargos como Consejerxs y Decanxs fueron casi siempre los mismos. Recordemos que sólo los docentes concursados pueden votar y ser elegidos para ocupar esas bancas.
Para figurárselo con mayor precisión, se estima que el Departamento tiene 700 Docentes y sólo 300, contando todos los escalafones docentes, son concursados. Esto significa que menos del 50% de la planta docente tiene derechos representativos. Incluso vale señalar que, dentro de ese 50%, las áreas más relegadas (link) son Artes del Fuego, Restauración y Escenografía, dejándolas con menos representación todavía. No es una casualidad, porque es histórica la poca importancia que se le da a esas áreas. Como decimos en la jerga: visualecentrismo.

¿Qué pasa con los docentes que no están concursados?
Además de las implicancias en la representatividad, cuando un Docente es interino (no concursado) tiene menos estabilidad laboral: no tiene la certeza de sostener su cargo, por más que nunca incurra en alguna falta, ya que su designación está a cargo del Consejo Departamental que puede disponer casi a placer de altas y bajas. Y, a pesar de que el último Convenio Colectivo de Trabajo garantiza más derechos y mayor estabilidad especialmente cuando se superan los 2 años en el cargo, el contexto de convulsión política que suele tener toda institución pública a veces termina en suspicacias y manejos poco transparentes.
En ese sentido, durante nuestra participación en los Consejos Departamental y Superior durante 5 años pudimos ver qué consecuencias puede tener esa falta de estabilidad laboral.


Nos encontramos, por ejemplo, con docentes que disponían de los cargos de colegas suyos para sacar rédito, especulando con altas o bajas que les permita construir fuerza política; también, por ejemplo, docentes que insistían en su supremacía académica por el hecho de estar concursados, intentando manipular las inscripciones para sumar estudiantes a sus cátedras al ver que se les están vaciando (al tiempo que otras cátedras, “casualmente”, no paran de crecer); docentes que daban de baja a integrantes de su cátedra por diferencias personales o políticas pero aduciendo temas académicos y dejando a la deriva a sus colegas; y más contundente, docentes declamando que el objetivo de Visuales es tener unas pocas (“dos o tres”) cátedras de cada materia, "casualmente" las que ya están concursadas, disolviendo las interinas a medida que los titulares se jubilen e incorporando a los docentes a sus cátedras.
En fin, de ese estilo nos encontramos un sinfín de situaciones.

Pero ojo al piojo: todo lo que decimos tiene sus matices. Si bien los docentes interinos están en situación de vulnerabilidad, la política mayoritaria es respetar y defender los puestos de trabajo; al mismo tiempo, también vale decir que los docentes que tuvieron intenciones "poco felices" fueron siempre, siempre, una minoría. Y es importante matizarlo porque, para poder construir una universidad, necesitamos caracterizar bien los problemas y no hacer generalizaciones.

En ese contexto, les docentes interinos quedan expuestos ante cualquier intento de disidencia política, académica o institucional y siempre dependen de los consejeros y la gestión de turno (que, como decíamos, suelen variar muy poco).
Repasando: los Concursos Docentes son importantes para perfeccionar la calidad académica, pero también para fortalecer el nivel democrático y la estabilidad laboral de la institución. Por esto, debemos estar atentxs, participar, informarnos y, particularmente, valorar el rol del veedor estudiantil, del que hablamos más en la publicación anterior. Es una forma de aportar a la construcción colectiva de una Universidad mejor, autocrítica y en crecimiento constante.

Datos que serán de vital importancia para la trama:
Dato 1: como estos concursos, aprobados en el 2014 y empezados en el 2015, tenían como primer criterio renovar los cargos concursados que quedaron vacantes por fallecimientos o jubilaciones, muchos de los que se están realizando son para cargos que fueron cubiertos interinamente a lo largo de estos años. Por lo tanto, ya hay docentes desempeñándose en la tarea. Es por esto que por paritaria (o sea, en acuerdo entre la institución y los gremios) se decidió que se le otorgaría un puntaje especial (link) a todo aspirante que estuviera cubriendo el cargo específico que se concurse.

Dato 2: teóricamente los concursos ganados se deben revalidar cada 4 años, en un nuevo concurso. De esa forma se garantizaría la vigencia de los contenidos y la excelencia de la propuesta. Sin embargo, en los pocos años de vida de Visuales, eso nunca pasó.

Con algo de suerte, pero especialmente con mucha voluntad política, de ahora en más se irán realizando periódicamente.

Dato 3: cuando los aspirantes a un cargo presentan sus papeles (CV, propuesta pedagógica, etcétera), lo hacen con 4 copias; 3 van para el jurado y una queda en la Institución, cerrada, como resguardo legal ante cualquier sospecha de adulteración.
Como veedores, nos encontramos sin acceso a esos papeles si no es por la buena voluntad del jurado de dejarnos ver la documentación en el momento de la prueba de oposición. Todo esto y mucho más lo vamos a charlar en la próxima publicación.

   En el próximo Punto Ynforma:   

- ¿Qué balance hacemos de los concursos que ya se sustanciaron?
- ¿Cómo sigue la cuestión?
- ¿Y nosotros qué hacemon?
- ¿Realmente fue Altamira quien pintó los toros?
- ¿Punto Y Coma vuelve? Alerta SPOILER: no.