Los espacios del CEIV

Desde que en el 2011 fuimos electos como Conducción del Centro de Estudiantes IUNA Visuales (CEIV), cuando junto con otras agrupaciones formábamos El Ensamble, uno de nuestros proyectos fue crear una Fotocopiadora y un Bar en Mitre que sea de los Estudiantes, viendo la necesidad que teníamos todos de conseguir apuntes y comida al alcance del bolsillo de un estudiante promedio.
Por eso, con mucho laburo a cuestas, pudimos en el 2012 abrir la Fotocopiadora (link) y sortear los primeros puestos para los estudiantes que pudieran y quisieran participar del espacio.

Durante un año estuvimos aprendiendo, laburando y mejorando sobre la marcha las muchas dificultades que iban surgiendo, mientras publicábamos para que todos lo vean, los balances financieros (link).

La intención de este espacio siempre fue facilitarle al estudiante la cursada, buscando solventar las fallas de un sistema educativo que, si bien tiene sus bondades, también tiene sus límites, mucho más para una carrera de Artes Visuales donde se necesitan materiales a roletes. Por eso también en la Fotocopiadora manteníamos una sección de Librería Artística.

Al mismo tiempo, fuimos laburando de a poco en la apertura de un Bar estudiantil en la misma sede, Mitre, entendiendo lo caro que es comer por esos lugares y el poco espacio de la sede que tenemos para sentarnos, leer y poder pasar el rato entre materia y materia.
Así es como primero conseguimos el espacio y después lo fuimos adaptando, a fines de 2012, para poder en el 2013 hacer nuestras primeras experiencias en lo que a Bar Estudiantil se refiere.

Sin embargo, y como es de público conocimiento, cuando nosotros, los Independientes del Ensamble, decidimos oficializar la agrupación (link) que ya veníamos gestando desde principios del 2012, el laburo dentro del frente EAI se hizo imposible por problemas internos y terminó disolviéndose, generando problemas a la hora de organizar los espacios.
Desde ese momento, los que nos agrupamos en Punto y Coma fuimos desplazados por la fuerza (link), impidéndonos seguir con la construcción y el mejoramiento de los espacios que como Ensamble propiciamos. Desde allí que el espacio no funciona como creemos que debe funcionar; la librería dejó de existir; se dejaron de publicar los balances, y las diferentes maneras de atender los pedidos empezaron a funcionar de manera deficitaria.

La expulsión y difamación de quienes opinan diferente no debe ser nunca una política a llevar adelante, y mucho menos por parte de la conducción del CEIV, la cual debería intentar aunar a todo aquel que se proponga participar. Es por eso que nunca encaramos una disputa a la fuerza por los espacios, sino que decidimos esperar a las elecciones, donde nos postulamos nuevamente para Centro y para Consejo, pero esta vez de manera independiente. Para poder impulsar el laburo en conjunto dentro de los espacios que les corresponden a los Estudiantes. Para seguir con la construcción que quedó trunca. Para poder mejorar los espacios que nos corresponden a todos, como estudiantes.

Porque somos lo que hacemos.