miércoles, 8 de abril de 2015

Mitos y Leyendas de una Oferta polémica

¿Cada vez que empieza el Cuatrimestre te salen canas verdes?
En los bailes de cada comienzo de inscripciones todos nos acordamos lo espantoso de la Oferta Académica, pero sobretodo de su mamá.
Para intentar que ninguna madre inocente muera arrasada por una chusma iracunda, queremos contar un poco lo que nuestra experiencia nos dejó ver sobre cómo se arma la Oferta. Esperamos que sirva como herramienta para una mejor comprensión de los mecanismos de nuestra querida UNA y, por qué no, para encontrar una mejor manera de encarar los problemas que a la Oferta refieren.
La Oferta Académica se carga al Guaraní todos los cuatrimestres desde la Secretaría Académica (SA), oficina encargada de su armado. Pero... ¿quién decide los horarios, las aulas, los niveles ofertados?
El mecanismo, repetido por todos los Secretarios Académicos que pasaron por Visuales en los últimos años, comienza con la SA enviando a los Docentes por correo electrónico, por lo general a mediados de Cuatrimestre, los pedidos a las distintas Cátedras para que confirmen su oferta para el Cuatrimestre siguiente. Cada jefe de cátedra, de acuerdo a su organización, responderá más temprano o más tarde cuáles materias y en qué horarios piensa ofertar.
En éste punto generalmente ya estamos nosotros haciendo pedidos por los distintos reclamos y problemas que se fueron dando a lo largo del Cuatrimestre. Estos pedidos, más algunas dificultades detectadas directamente desde la Secretaría, en el mejor de los casos (dependiendo de la predisposición de la SA) se traducen en un ida y vuelta de mails entre los Docentes y esa oficina.
Generalmente en esta instancia se ve cierta reticencia de muchos Docentes hacia los pedidos para acomodar sus horarios y mucho más si se les pide abrir nuevas comisiones. Esta reticencia puede ser en algunos casos porque los Docentes (a veces con razón y otras no) piden a cambio la ampliación de su equipo docente, es decir, nuevos nombramientos, y en otros casos es porque realmente no tienen otros horarios.
Desde ya, sabemos bien de muchas cátedras comprometidas donde todos los Docentes cumplen las horas que les corresponde por designación (pueden leer más al respecto en esta publicación), pero desgraciadamente otras cátedras tienen amplios equipos de Docentes mal distribuídos, con jefes de cátedra, adjuntos o JTPs que no cumplen las horas que deben frente a clase. Este "excedente" de Docentes ociosos hace que, a los ojos del Rectorado y los demás Departamentos, Visuales sea el "monstruo" que se come todo el presupuesto en un ejército de Docentes, lo que hace que se vea casi como un delito contratar a un nuevo Docente allí donde sí es necesario.

Volviendo al armado de la Oferta, para cuando la mayoría de los Docentes contestaron -si hubo suerte-, las inscripciones están al caer. Con la apertura de inscripciones pisándonos los tobillos, los logros nunca superan las 10 modificaciones respecto de la Oferta anterior.
Así es cómo quedan muchos problemas sin resolución.

A ésta dificultad se suma el hecho de que la SA no cuenta con un sistema para detectar errores. Como ejemplo, si una cátedra que oferta alternativamente niveles pares e impares tuviese un error en la oferta de esa alternancia, la SA sólo lo va a detectar al chequear manualmente cada oferta. Siendo sólo un puñado de personas las que arman las más de mil comisiones y que además deben hacer no sólo su trabajo sino el de la inoperante Oficina de Alumnos, se vuelve una tarea imposible.
Ahora, nuestro objetivo no es plantear buenos y malos, ni eximir a nadie de las responsabilidades que le corresponden; simplemente queremos desmitificar nuestra institución como un todo, como una maquinaria brutal que escupe un resultado final tendenciosamente malo. La Oferta es el resultado de un sinnúmero de personas: desde el Docente que accede o se niega al cambio, el No-Docente que trabaja o que no trabaja, la gestión que falla en hacer valer las sanciones que existen y nadie cumple, etcétera.
Como Estudiantes tenemos que saber el lugar en el que estamos para saber reclamar y hacerle cumplir, tanto al Docente como a las distintas oficinas, las tareas y obligaciones que les corresponden.
Como verán, detrás de la digitalizada Oferta que vemos el día de la inscripción, hay un proceso “artesanal” de convocatoria que es, como mínimo, insuficiente para una facultad del volumen de la nuestra. Por ello tuvimos una reunión con el Decano y con algunos integrantes de la SA donde surgió como propuesta dividir las franjas de manera definitiva, enfocándose en las materias que menos oferta tienen o que estén de la mitad de la carrera en adelante (obligando a que los docentes oferten turnos mañana, tarde y noche precisos). Esta propuesta la volcó la Secretaria Académica Cristina Árraga en un informe que leyó en el último Consejo Departamental (link) y que se irá tratando durante estos meses.

En la identificación de los problemas de la Oferta y otros tantos (como las correlatividades de Restauración o problemas para pedir certificados en alumnos) fueron decisivos los pedidos que llegaron desde distintos estudiantes, como alternativa para detectar las falencias hasta que se decidan a efectivizar una solución. Por ésta razón es que nosotros tanto insistimos en la importancia y la incidencia que tienen los aportes que pueda hacer cada estudiante desde su lugar, haciendo saber los problemas puntuales que hayan podido tener ya con un docente, con un no docente, con la Oferta, etc.
Para ayudar en este sentido, armamos un modelo de carta (link) que puede servir para los que no sepan o no estén seguros de cómo se arma una nota de reclamo, que se debe ingresar por Mesa de Entradas, en Mitre. Ante cualquier duda, no dudes en consultarnos, porque es nuestra función ayudar y acompañar a todos los Estudiantes.
Sólo si todos nos comprometemos a hacer valer nuestros derechos se van a solucionar los problemas que siempre tenemos.

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